jueves, 14 de mayo de 2009

ALTIPEN

Tengo pena,
una pena simple y honda
que me pega por todas partes,
se me arruga la barbilla - illa,
y llamas inmensas se me ocurren,
jugando en el altiplano
para distraer la pena simple y honda
que me pega por todas partes.
ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº
Prendo humores desteñidos;
en nostalgias de cenicero,
intuyo silentes vergüenzas.
Obstruyo mis ojos;
me asomo a encierros de mar,
alas rotas en rutas de laberinto;
en fuego flama, me acodo al aire.
mis pasos en la lluvia,
caminar en danza de esquives,
entre las gotas,
sucesas gotas.

ººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººººº

No Estas,
ya nada más que
a veces en sueños escondidos,
figura señuelo,
te escudriño,
en heréticas contradicciones,
en osmótico pasado y rozar de cadenas sedadas.
Deambular migratorio,
tú errático se oxida en mi memoria
y no estás
ya nada más que a veces
en juegos de libreta,
alientos de distancia,
aroma perdido
y sordomudo silencio.

Como inserto en redomas de feria,
aculatado a tus pasos,
enceguecido de imágenes,
de relaciones -todas- contigo,
de silencios estrepitosos,
de hundimientos emergentes,
de temores incandescentes,
de memorias olvidadas,
de viciosa tibieza empalagosamente amarga.

Te escucho,
desde y hasta,
asentárte en silencios de muralla,
arrinconado en tu sueño,
desdoblado en tu ombligo
noctámbulo vigilante de suspiros,
en juegos de cardiólogo aficionado.
Te rrecorro desde y hacia,
pedacitos de piel, incrustados en la piel;
tambores escondidos
sordinas de carnaval.
Secretos, secretos de comuna comunista;
célula almibarada y catacúmbica,
en bailes de aliada alianza.
Te pienso
desde y hacia
levantarse,
en nocturnidades de desvelo,
ladridos de distancia.


Claudio Camus Cervantes