PINTURA: Consigo mismo – DE: Bernarda Enriquez
El descollante ciudadano
vuela en el tren que cruza la ciudad.En sus ojos entornados
aún siente el alivio del agua mañanera
liberando su cuerpo en cautiverio,
encarcelado en sus entrañas,
apresado el corazón,
los huesos son sus propias rejas…
abarrotado.
Imbuido en el diario acontecer
en la odisea callejera,
imperativo
acelerado
afana sin pensar
con la sonrisa pintada,
desolado de sol y sequedad.
Va y vuelve
ama sin amar
ahogado en la espuma de sus sueños
sólo,
en compartida soledad.
Talado hasta el vientre
por el minutero del reloj que huye,
apaga la vida…
en la gran ciudad.
Edith Obaid A.
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